8 octubre 2024

Metro de Santiago: culminó la puesta en marcha de los 35 nuevos trenes ensamblados en Chile

El Metro de Santiago puso en marcha el último tren NS 16 de los 35 que fueron adquiridos. La flota, ensamblada en Chile, se reparte entre las líneas 2 y 5 y reemplazó parcialmente a los trenes NS 74, los más antiguos de la red.

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El Metro de Santiago culminó el proceso de introducción de la nueva flota Alstom NS 16, con la puesta en marcha, días atrás, del último tren adquirido.

Con esta formación se completó la cantidad de 35 trenes (de siete coches cada uno), que fueron incorporados paulatinamente a servicio durante tres años.

Los trenes NS 16 cuentan con la particularidad de ser los primeros trenes del Metro de Santiago ensamblados en Chile, aunque con piezas de diversos orígenes (las carrocerías, por ejemplo, son brasileñas). Los trabajos tuvieron lugar en instalaciones del propio Metro: los talleres Neptuno, ubicados en cercanías de la estación homónima de la línea 1.

Tal como explicó enelSubte, las primeras unidades habían sido ensambladas y probadas entre mayo y junio de 2018, siendo presentadas oficialmente en agosto. Los trenes comenzarona prestar servicio comercial en septiembre de ese mismo año en la línea 2. En noviembre de 2020, en tanto, se introdujo el primer tren en la línea 5.

Las formaciones NS 16 están destinadas a sustituir a parte de los veteranos NS 74, que datan de la década del 70 y que fueron los trenes inaugurales del Metro de Santiago. De hecho, la decisión de comprar los NS 16 se tomó luego de que el hallazgo de piezas con asbesto obligara a cancelar un proyecto para reconstruir la totalidad de la flota NS 74.

No obstante, parte de la flota NS 74 será conservada y está siendo intervenida en el aspecto mecánico para estirar su vida útil por otros diez años, en función de futuras extensiones de la red. 

Cabe recordar que actualmente el Metro de Santiago se encuentra trabajando simultáneamente en tres frentes de obra: las extensiones de las líneas 2 y 3 y la nueva línea 7.

La extensión de la línea 2 sumará 5,2 km y cuatro nuevas estaciones, mientras que la ampliación de la línea 3 sumará 3,8 km y tres nuevas estaciones. Ambas obras presentan buenos niveles de avance. Una vez inauguradas, la red de la capital chilena alcanzará una extensión de 150 km.

En tanto que la nueva línea 7, de 26 km y 19 estaciones, se encuentra en sus primeras etapas, tras haber sido autorizada su construcción meses atrás. En este caso, una licitación para compra de trenes ya ha sido anunciada. Una vez terminada esta línea -algo que se estima para 2027- la red santiaguina tendrá 176 km de extensión.

Los proyectos no acaban allí: recientemente el Metro de Santiago licitó los estudios para las futuras líneas 8 y 9, de 19 y 17 km de extensión, respectivamente.

La situación contrasta fuertemente con el Subte de Buenos Aires, que tiene apenas 57 km de extensión, ninguna estación en obra -pese a que algunas, como Sáenz, están adjudicadas desde hace 10 años y ningún plan para comenzar a construir líneas nuevas: la licitación de los estudios de la línea F fue postergada por 12° vez en dos años y calificada como una “locura” por el secretario de Obras y Transporte de la Ciudad.

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