19 marzo 2024

La estación Sáenz de la línea H lleva 10 años adjudicada, pero nunca comenzó a construirse

Se cumple una década desde que la construcción de la estación Sáenz de la línea H fue adjudicada a la UTE Techint-Dycasa. La obra nunca comenzó y fue aplazada sin fecha alguna, en medio de excusas por las condiciones del suelo y los altos costos. La línea H permanece incompleta por ambos extremos y no hay planes para terminarla.

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La estación Sáenz de la línea H lleva diez años adjudicada. Pero una década después, todavía no comenzó a construirse y ni siquiera hay un plazo previsto para la obra.

Los trabajos fueron asignados a la UTE Techint-Dycasa en agosto de 2011, formalizándose la decisión al mes siguiente.

La licitación comprendía tres tramos: A0 (estación Nueva Pompeya), A1 (estación Sáenz) y C1 (estaciones Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Facultad de Derecho). De los tres, sólo se construyó el último sector, que fue inaugurado por etapas: las estaciones Córdoba y Las Heras en 2015, la intermedia Santa Fe en 2016, y Facultad de Derecho en 2018. La estación Nueva Pompeya fue suprimida en 2014 a instancias de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), con el argumento de problemas de suelo, y Sáenz, convertida en la nueva cabecera sur de la línea, fue reubicada en un nuevo emplazamiento (ver detalle en el mapa).

La ubicación de Sáenz según el proyecto actual.

Esta reubicación de Sáenz operó por aquel entonces como excusa para las demoras en la obra: según se indicaba, el cambio de emplazamiento había obligado a revisar toda la ingeniería del sector posterior a la estación Hospitales, lo que complicaba las perspectivas de que estuviera terminada para el 2018, la fecha anunciada por el gobierno porteño.

No obstante, poco tiempo después la propia Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) comenzó a poner en duda el proyecto, a pesar de que estaba “todo listo para tomar una decisión”. Tal como explicó entonces enelSubte, se barajaba la posibilidad de revisar el contrato de Techint-Dycasa firmado en 2011 o bien volver a licitar la obra. Pero ninguna de las dos cosas ocurrieron y la estación quedó en el limbo.

Una de las últimas decisiones oficiales con respecto a Sáenz fue la sanción en 2019 de la ley 6204 que prorrogó -a pedido del ejecutivo- por dos años la declaración de utilidad pública para expropiación de un inmueble en Av. Sáenz 753, donde se construiría uno de los accesos a la estación. Nada se hizo en los últimos dos años y la prórroga está próxima a vencer otra vez.

En la decisión de postergarla parece haber sido determinante el alto costo estimado para la obra, valuado por SBASE en unos 200 millones de dólares. Si bien desde la empresa siempre relacionaron esa cifra con la complejidad del suelo en la zona, cercana al Riachuelo, lo cierto es que también se vincula con los altos costos de la cuestionada modalidad “llave en mano” elegida para esta licitación en particular. Esa modalidad de contratación, que se caracteriza por delegar en el adjudicatario la ejecución de todos los aspectos de la obra -en lugar de que la propia SBASE lo haga mediante contratos parciales por especialidad-, acaba por encarecer el costo total del proyecto.

En 2018 la propia SBASE estimaba que por una cifra similar a lo que costaba construir Sáenz podría renovarse completa la flota de trenes de la línea C por formaciones cero kilómetro automatizadas, una inversión que la empresa consideraba de mayor impacto, pero que en cualquier caso tampoco se materializó.

La estación Sáenz del Belgrano Sur: podría contar con combinación con el Subte si se hubiera construido la extensión de la línea H, adjudicada hace una década.

Sáenz siguió -y sigue- siendo tratada por la Ciudad como una obra marginal y poco prioritaria, a pesar de que tendría un previsible alto impacto para la red de transporte en general.

Amén de que permitiría terminar la línea H al menos por uno de sus extremos –el tramo norte permanece en una indefinición aún mayor-, significaría la llegada del Subte a un centro de transbordo de primer orden -mejorado en los últimos años con paradas tipo Metrobús-, donde confluye una veintena de líneas de colectivo que se proyectan hacia el sur y sudoeste del conurbano, y la combinación con línea Belgrano Sur de ferrocarriles, además de servir a una zona de la ciudad en pleno crecimiento, con desarrollos privados y públicos, tales como el barrio Procrear Sáenz, de más de 700 viviendas (ver foto).

El contraste entre la transformación de esa línea ferroviaria y lo ocurrido durante la última década con la estación Sáenz es más que elocuente. En el mismo sector de Sáenz, su traza ha sido elevada en viaducto y la estación homónima reconstruida en forma elevada. En breve comenzarán los trabajos para su extensión a Plaza Constitución, su flota va de camino a ser renovada en su totalidad y se realizan obras de renovación de la infraestructura de vías.

El barrio Procrear Sáenz, de más de 700 viviendas. Sus habitantes no tendrán Subte, a pesar de que está previsto.

De prosperar todas estas mejoras en el Belgrano Sur, es de prever que la línea incrementará su caudal de pasajeros significativamente, superando incluso las previsiones que se hicieron cuando la línea H fue diseñada, hace ya 25 años. Pero sin estación Sáenz, el Subte no podrá hacer frente a ese incremento ni podrá cumplir su rol en la red de transporte.

En cualquier caso, la postergación de Sáenz resulta consistente con la política del Gobierno de la Ciudad con respecto al Subte: desde que se inauguró la extensión de la línea E a Retiro -construida, por otra parte, por el Estado nacional- no hay ninguna estación en obra por primera vez en medio siglo y no hay planes para comenzar con ninguna. Hasta la licitación de los estudios de la línea F -que no tiene ningún impacto concreto en la construcción de la futura línea- fue postergada ya 12 veces.

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