Subterráneos de Buenos Aires hizo pública hoy un llamado a licitación para la provisión de catenaria rígida para la línea B, que actualmente utiliza alimentación por tercer riel eléctrico.
La renovación de la alimentación eléctrica implica la instalación de catenaria rígida en toda la extensión de la línea sobre las vías de servicio, catenaria semirrígida “de un hilo de contacto” en talleres e instalación de catenaria rígida desplazable sobre fosas en los talleres.
Se trata de una modificación a medida de la flota CAF serie 6000 adquirida a fines de julio al Metro de Madrid. La empresa española había adelantado que el Subte realizaría “modificaciones en la infraestructura” para poner en funcionamiento los nuevos trenes, que circulan actualmente en la línea 9 del metro de la capital española y que reciben alimentación por contacto superior. Dicha comunicación no había sido confirmada ni desmentida por SBASE hasta el día de hoy.
La adopción de la nueva alimentación eléctrica no prevé instalaciones eléctricas adicionales a las actuales subestaciones que proveen la energía a la línea B. Asimismo, tampoco implica una estandarización respecto del sistema de captación de energía utilizado por el resto de la red, que emplea catenaría aérea flexible a una tensión diferente a los 600 Vcc con los que trabaja la línea B: 1500 V. Generalmente este tipo de alimentación es recomendada para túneles con escaso gálibo, aunque este no sería el caso de la línea que discurre entre Alem y Rosas.
La catenaria rígida es producto de un desarrollo propio del Metro de Madrid en 1996, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid. La operadora española posee la patente de esta tecnología, por lo que se trataría de una licitación a medida de la proveedora de los coches.
Resulta llamativa la realización de una obra de esta envergadura para recibir los escasos 73 coches adquiridos, a todas luces insuficientes para reemplazar a la flota Mitsubishi, compuesta por 126 unidades. Mismo panorama se mantiene aún cuando SBASE logre concretar la adquisición de los 35 coches remolque restantes, propiedad de instituciones financieras, como deja entreverse en el comunicado emitido la semana pasada por la empresa.
Los 36 coches CAF serie 5000, si bien originalmente trabajaban con la nueva tecnología que equipará a la línea B, fueron adaptados a tercer riel. Se desconoce aún si convivirán ambas alimentaciones eléctricas o si los 5000 serán reformados por segunda vez, implicando nuevos costos.
En el caso de que la catenaria rígida desplace definitivamente al tercer riel, se quebrará para siempre la interconexión entre el Subterráneo y el Ferrocarril Urquiza, que comparten alimentación y tensión. De hecho, los actuales trenes de la línea B reciben mantenimiento pesado en los talleres de Rubén Darío, sobre la traza del FCGU.