19 marzo 2024

Muere otro trabajador de Metro de Madrid por asbestosis

Santos González, fallecido el sábado 23 de enero, fue el primer trabajador al que se le habían reconocido dolencias por inhalación de asbesto en los talleres de Metro de Madrid. Ya son siete los muertos confirmados por esta causa. La crisis del asbesto en trenes tuvo repercusiones en Buenos Aires cuando se supo que los CAF 5000, comprados usados a España, estaban contaminados.

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Santos González, el primer trabajador de Metro de Madrid al que le habían diagnosticado problemas en los pulmones por inhalación de asbesto (asbestosis), falleció en la madrugada del sábado 23 de enero luego de que su cuadro se complicara tras contraer coronavirus.

De acuerdo al diario español El País, hace un mes a González le diagnosticaron fibrosis pulmonar desarrollada como consecuencia de la inhalación prolongada de amianto en su puesto de trabajo en los talleres de Metro de Madrid, donde se desempeñaba desde 1979.

Los médicos pronosticaron que le quedaba aproximadamente un año de vida, pero su situación empeoró dramáticamente cuando dio positivo para COVID-19 hace una semana y no pudo ser intubado debido a su condición preexistente.

González había sido diagnosticado con asbestosis en 2013, lo que lo convirtió en el primer trabajador del metro en el que se identificara dicha enfermedad producida por la inhalación de partículas de amianto presentes -hasta que fue prohibido en España en 2001- en componentes eléctricos y, a veces, en el aislamiento térmico y sonoro de los trenes fabricados durante el siglo XX.

Hasta el momento han fallecido siete trabajadores del Metro, tanto en actividad como jubilados, y una decena más ya ha sido diagnosticada o está en proceso de serlo con asbestosis. La seguidilla de casos alarmó a las autoridades, lo que llevó a la Justicia española a procesar a siete ex directivos del área de salud del subte madrileño al detectarse que Metro sabía de la existencia de asbesto en sus trenes desde principios de la década de 1990 y no había realizado ningún esfuerzo para retirarlo de manera segura.

El escándalo tuvo repercusiones internacionales cuando en febrero de 2018 se descubrió que los CAF 5000, uno de los modelos de trenes que circulaban en el subte de la capital española, tenían piezas con asbestos y que algunos habían sido exportados al Subte de Buenos Aires sin haber reemplazado los componentes afectados.

Al conocerse el caso, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) ordenó sacar inmediatamente de circulación los coches de dicho modelo, que prestaban servicio en la línea B como refuerzo de la flota Mitsubishi. Por presión sindical y orden judicial mediante, se realizaron estudios en todos los modelos de trenes de la red y se determinó que había asbesto en las flotas Mitsubishi de la línea B, Nagoya (todos los modelos) de la línea C, Fiat Materfer y GEE de la línea E. Mientras que se avanzó en retirar las piezas contaminadas de la flota Mitsubishi y se estudia hacer lo mismo con los Fiat, los trenes Nagoya y GEE fueron retirados de circulación.

La crisis del asbesto también implicó que se presentaran denuncias penales contra Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta -jefe de gobierno y jefe de gabinete porteño respectivamente al momento de decidirse la compra de los CAF 500- y de Juan Pablo Piccardo, ex titular de SBASE, al saberse que la empresa estatal porteña sabía que los CAF 5000 estaban contaminados con el mineral.

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