Sobre el filo del cambio de gestión, el ex Ministerio de Transporte de la Nación autorizó la fusión de las líneas 5 y 8 de colectivos.
Ambas líneas son operadas por la misma empresa, Río Grande SACIF, compañía satélite del poderoso Grupo DOTA, quien continuará gestionando el nuevo recorrido unificado. Si bien la fusión estaba en trámite desde el año pasado, los plazos se dilataron notablemente debido a la presentación de una veintena de impugnaciones por parte de diversas empresas y organismos.
La modificación quedó oficializada el pasado sábado, con la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 85/2023, que lleva la firma de la ex viceministra Jimena López. La fecha de implementación de la fusión aún no se conoce, pero fuentes al tanto del sector aseguran que será “muy pronto”.
El cambio implica dos modificaciones de importancia. Por un lado, la ramalización de la línea 5, que quedará integrada en el recorrido de la 8. Por otra parte, una extensión del recorrido -sobre la base del 5, que actualmente finaliza en Retiro- hasta el Aeroparque. Esto permitirá que, por primera vez, el Aeroparque y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza queden conectados mediante transporte público.
La fusión implica la desaparición como tal de la línea 5, una de las más antiguas de Buenos Aires: fue inaugurada como tranvía en 1904 por la Compañía Anglo Argentina (CTAA), la misma que construyó y operó la línea A en sus primeros años. La línea 8, en tanto, comenzó a circular con ese nombre recién el 1° de enero de 2009, por lo que es una de las más jóvenes de la Ciudad. Sin embargo, es un desprendimiento de la línea 86: los antecedentes del recorrido al Aeropuerto de Ezeiza se remontan a mediados del siglo pasado.
La nueva línea 8 contará con siete ramales, dos de los cuales serán expresos y cinco comunes (ver detalle debajo). De estos cinco, sólo uno llegará hasta el Aeroparque (el servicio troncal), dos conservarán su actual cabecera en La Boca y otros dos corresponderán a la vieja línea 5 ramalizada.
- Ramal A: Aeroparque – Aeropuerto de Ezeiza (vía Retiro – Plaza de Mayo – Once – Liniers)
- Ramal B: La Boca – Mercado Central
- Ramal C: La Boca – Liniers
- Ramal D: Retiro – General Paz y Eva Perón (ex línea 5 ramalizada)
- Ramal E: Estación San Pedrito – General Paz y Eva Perón (fraccionamiento sobre la traza de la ex línea 5)
- Ramal F: Plaza de Mayo – Liniers (servicio expreso por autopista)
- Ramal G: Aeroparque – Aeropuerto de Ezeiza (servicio expreso por autopista, vía Retiro – Plaza de Mayo – Congreso).
La ampliación de la cantidad de recorridos de colectivo que llegan a los aeropuertos permite atender un histórico reclamo de los usuarios, ya que la dificultad para acceder a las terminales aéreas ha sido recurrentemente discutida.
En el caso de Ezeiza, son solo dos las líneas que desde Buenos Aires llegan al Aeropuerto (8 y 51). En Aeroparque la situación ha mejorado recientemente con la incorporación de dos nuevas líneas (34 y 166), que se sumaron a las históricas cuatro que llegaban hasta allí (33, 37, 45 y 160). Con la llegada del 8, ya serían siete las líneas con llegada a la terminal aérea porteña.
Sin embargo, ninguno de los dos aeropuertos cuenta con acceso mediante transporte guiado: los planes para construir en Aeroparque una estación de la línea Belgrano Norte -que pasa por detrás de la terminal aérea- fueron suprimidos en 2015 y no volvieron a ser mencionados, en tanto que los proyectos para extender la línea Roca hasta el Aeropuerto de Ezeiza, que requerirían una inversión relativamente pequeña dada la escasa distancia entre ambas y la disponibilidad de traza, no forman parte de los proyectos oficiales. Sólo un aeropuerto en todo el país cuenta con conexión ferroviaria: el de la ciudad de Neuquén, que cuenta con un apeadero del Tren del Valle inaugurado el año pasado. Mendoza está en camino a convertirse en la segunda ciudad en contar con un ramal ferroviario a su aeropuerto, con la extensión del Metrotranvía que está próxima a iniciarse.
