Los empleados de boletería de la línea B no recargaban esta mañana las tarjetas magnéticas SUBE, Monedero y Subtecard. En una nueva medida de fuerza, denunciaron que la concesionaria Metrovías no cumplió con lo pactado hace 90 días cuando se realizó una protesta similar por cuadros de tendinitis entre los trabajadores.
La delegada de los boleteros, Agustina Ionno, señaló que los empleados trabajaban “a reglamento”, lo que obligaba a los pasajeros que no tuvieran crédito en sus tarjetas a adquirir los pases individuales de cartón. Entre las 6 y las 7, quienes no tuvieran saldo pudieron viajar gratis. En declaraciones a la prensa, Ionno aseguró que “tenemos un montón de compañeros que están sufriendo dolencias a causa de la tarea” y destacó que “no estamos en contra de la tarjeta SUBE”, sino que reclaman un nuevo aparato para efectuar la recarga.
También solicitó que las máquinas emitan un comprobante de la recarga “que beneficia a los compañeros y a los usuarios porque el sistema está lleno de fallas. Hoy (los pasajeros) no cuentan con comprobante de las recargas”. Este sistema ya funciona en las boleterías de la línea Urquiza, también administrada por Metrovías, en la que el pasajero recibe el boleto y un comprobante en el que consta el saldo restante y lo que se le descontó al abonar el boleto en las ventanillas con SUBE, Monedero o Subtecard. Esto no sucede cuando se pasa por tótems o molinetes. Aún asi, la existencia de un boleto y/o comprobante impreso no sería necesaria puesto que los movimientos realizados con este tipo de instrumentos de pago quedan registrados en una base de datos a la que se puede acceder acercando la tarjeta a una máquina validadora.
Este reclamo había sido duramente cuestionado por la presidente Cristina Fernández de Kirchner, quien en un acto en la Casa Rosada señaló que “vi a mi viejo trabajar en el colectivo, tenía que sacar boleto por boleto. Laburó toda su vida y nunca tuvo tendinitis de nada”. El jueves 24 de noviembre, la primera mandataria hizo alusión a esta protesta cuando criticó una medida similar sufrida por Aerolíneas Argentinas: “¿se acuerdan, el otro día, que en el subte había ocurrido un problema de tendinitis? Bueno, acá parece ser que en mayo del año 2008, no hubo un problema de tendinitis, sino de colitis. Sí, sí, así como se escucha, con vuelos que quedaron colgados en Roma, en Auckland y todos lugares en donde los médicos no podían constatar el estado de esa simultaneidad de colitis. Perdónenme es más elegante la tendinitis – confieso -, pero bueno el informe decía colitis.”, dijo la Presidente ante las risas del auditorio.