Metrovías publica tres “detrás de escena” del Subte
En otro paso de su renovada campaña de imagen, la concesionaria publicó en su sitio tres videos donde ingenieros y técnicos del Subte hablan del día a día de la operación.
A contramano de las empresas de transporte público en todo el mundo, que tuvieron fuertes pérdidas a causa de la pandemia, Metrovías cerró el 2020 con ganancias por 432 millones de pesos. La pérdida de ingresos por la caída del 77% en la cantidad de pasajeros fue "compensada con el incremento de los aportes estatales", según consta en los documentos enviados por la compañía a la CNV.
En 1998, alentada por la experiencia positiva en el manejo de la línea Urquiza y el Subte, el grupo Roggio quiso dar el salto a la operación de los colectivos. La elegida fue la línea 52, la popular "Lujanera", que fue administrada bajo el nombre de MetroLíneas. La experiencia se truncó por la crisis de 2001, Roggio vendió su participación en 2002 y al cabo de un año la línea dejó de circular. Crónica de un mal negocio.
La empresa del grupo Roggio cumplió el 1° de enero 25 años operando el Subte. De la concesión menemista a la nueva concesión porteña, pasando por la emergencia ferroviaria, el traspaso y el acuerdo de operación y mantenimiento. Un repaso por el pasado, presente y futuro de una gestión con altibajos.
La operadora del Subte lanzó una encuesta de satisfacción para conocer la opinión de los usuarios sobre el servicio del Subte y así "mejorar su performance detectando buenas prácticas". El estudio comparará al Subte porteño con otras redes del resto del mundo. El cuestionario puede responderse virtualmente.
Metrovías repartió ganancias entre sus accionistas en 2016 y 2017, al mismo tiempo que era fuertemente subsidiada por el Estado porteño. La calificadora de riesgo Standard & Poor's dice que la rentabilidad de la compañía es "buena" pero que su debilidad es la "fuerte dependencia" de los recursos públicos. El principal argumento a favor de las concesiones era liberar al Estado del déficit que generaba la prestación del servicio, algo que ya no se verifica. La apuesta por un modelo de negocios fracasado.
Itai Hagman denunció penalmente a Metrovías por "defraudación al Estado" y aseguró tener pruebas "contundentes" de que "dibujaba sus balances contables para pedir más subsidios". Además, se pronunció en contra de la privatización: "Sería un error abrirlo a otra empresa que venga a enriquecerse con el Subte".