En una nota dirigida a Randazzo y firmada por el jefe de gabinete del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, el Gobierno de Macri advirtió la necesidad “urgente de acelerar la coordinación entre el Poder Ejecutivo Nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad” para “la búsqueda de soluciones requeridas por el transporte en el área metropolitana”.
En uno de los ítems a tratar en el encuentro, el macrismo propone “acordar todas las cuestiones pendientes en relación al traspaso del subterráneo al Gobierno de la Ciudad, teniendo en cuenta sus dificultades actuales de operación”.
Además, plantea la importancia de “definir la conformación del ente y sus equipos técnicos para el desarrollo del plan estratégico de transporte” y “trabajar en racionalización y reorganización de los recorridos de autotransporte público de pasajeros con el objeto de jerarquizar la red”.
“Es de público conocimiento que el sistema de transporte metropolitano está en crisis y más allá de las responsabilidades de cada jurisdicción, es de suma urgencia la coordinación de políticas para lograr mayor nivel de eficiencia en la planificación y ejecución que redundará en una mejor calidad de vida para los vecinos”, señaló la nota.
Si bien hubo un principio de acuerdo entre Metrovías y los “metrodelegados” al amparo del Gobierno de la Ciudad, lo que permitió levantar el paro que se extendió por diez días, el conflicto salarial sigue latente por lo que los trabajadores no descartan retomar las medidas de fuerza.
Sucede que, además de la falta de respuestas por las condiciones de trabajo, el preacuerdo salarial está supeditado a que la empresa Metrovías cuente con los recursos económicos necesarios para afrontar el incremento salarial, lo que implica que se definan las responsabilidades políticas e institucionales sobre la administración de la red.
En su carta a Randazzo, los ministros de Macri también plantearon la necesidad de “coordinar esfuerzos para la pronta ejecución de más pasos a distinto nivel para mejorar la seguridad vial, la frecuencia de los ferrocarriles incrementando su capacidad y reducir las demoras en los cruces”, además de “instrumentar centros de trasbordo más eficientes y seguros utilizando terrenos ferroviarios actualmente en desuso”.
Una de las cuestiones que tiene preocupados a los funcionarios porteños es que la concesión de Metrovías -del grupo Roggio- “caiga” o que el concesionario la abandone, lo cual dejaría el servicio “de hecho” a cargo de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad Anónima (SBASE), órgano controlado por la Ciudad.