No es la primera vez que el programa de televisión CQC se ocupa de la realidad del transporte subterráneo. En los últimos 3 años han realizado al menos 3 informes sobre el subte, tanto sobre la problemática sindical como así también tratando la conflictiva inauguración de la línea H en 2007. Asimismo, la temática más denunciada por el programa televisivo que ya lleva más de 500 emisiones al aire, es la de la inaccesibilidad que existe en toda la red para las personas con capacidades reducidas. En marzo de 2008 la producción realizó un informe similar al de anoche, en el cual se develó que la red de Subtes, en materia de accesibilidad, tiene graves falencias. Desde dicho año hasta la actualidad, la red no presenta ningún avance al respecto. Gracias a la participación de personas que utilizan sillas de ruedas o muletas para poder desplazarse, el programa propuso a los voluntarios llegar al Obelisco desde Primera Junta (A), Venezuela (H), Los Incas (B) y Juramento (D).
En Primera Junta, intentó ingresar al servicio un joven con su pierna derecha enyesada que se valía de muletas para poder caminar. Cuando intentó acceder a la estación, constató que el ascensor no funciona y que tampoco hay escaleras mecánicas que salgan a la superficie. Cabe recordar que la estación fue modernizada recientemente, junto al tramo histórico de la línea A, incluyendo la instalación de estos dispositivos. Sin embargo, como ya informó este medio, las escaleras mecánicas de Primera Junta sólo comunican los andenes con el entrepiso y demoraron más de un año en ser puestas en funcionamiento. El ascensor, como los demás de la red de Subtes, tampoco funcionaba. Al llegar a Lima, combinó con la línea C saltando escalón por escalón hasta llegar al andén a Retiro. En Diagonal Norte, pudo subir al lobby mediante la escalera mecánica pero tuvo que ser auxiliado por personal de la estación cuando quiso sortear la pequeña escalera fija que media entre la mecánica y el entrepiso.
En las demás estaciones accedieron personas con sillas de ruedas. En Venezuela, estación inaugurada en 2007 como parte de una línea dotada con los últimos adelantos tecnológicos pero bajo concesión precaria a Metrovías, el ascensor no funciona desde hace cuatro meses. Por lo tanto, empleados de la estación debieron auxiliar al joven a descender a los andenes para poder tomar el tren. En Juramento, ingresó a la estación el cronista Diego Iglesias subido a una silla de ruedas utilizando la escalera mecánica. No obstante, al abordar una moderna formación Alstom Metrópolis, verificó que el coche no tenía espacio para sillas de ruedas. Al llegar a 9 de Julio, pudo salir por la escalera mecánica de la estación.
En cambio, el voluntario que viajó desde Los Incas tuvo problemas para ingresar a la estación, inaugurada en 2003 y dotada de un ascensor que, para variar, no funcionaba. Mediante una arriesgada maniobra, pudo descender por la escalera mecánica mientras relataba cómo se había caído una vez que intentó hacerlo. Al llegar a Carlos Pellegrini, logró subir al entrepiso pero se encontró con que no hay una escalera mecánica en el ámbito de la línea B para salir a la superficie. Por lo tanto, empleados de Metrovías lo ayudaron a sortear las escaleras de los pasillos de combinación para que pudiera salir por la escalera mecánica de 9 de Julio.
Explicaciones y rostros sonrojados
En la segunda parte del informe, el cornista Diego Iglesias se dirigió a la sede de Metrovías para contar con la explicación de la empresa ante lo que habían presenciado en la red. Federico Rossiter, vocero de Relaciones Institucionales de la concesionaria, dijo ante las cámaras que las obras para mejorar la accesibilidad están en marcha pero no quiso estimar un plazo para su concreción. Respecto a las escaleras mecánicas y ascensores fuera de servicio, explicó que las piezas no se fabrican en el país sino que hay que solicitarlas a las fábricas en el exterior, en la mayoría de los casos a pedido. Iglesias también buscó una explicación por parte de la CNRT, en donde le indicaron que Metrovías fue multada por 1.400.000 pesos por este concepto en lo que va del año, mientras que las penalizaciones acumuladas por falta de accesibilidad ascendieron a más de tres millones de pesos el año pasado.