Acaba de ver la luz el libro “Un fantasma recorre el subte”. Escrito por Virginia Bouvet, delegada de boleterías de la línea C por la AGTSyP, el libro recorre las distintas etapas que atravesó la lucha de los trabajadores por un sindicato propio: la privatización, los despidos, la tensa relación con Metrovías y la UTA y la fase actual del conflicto. enelSubte.com dialogó con Virgina Bouvet.
¿Cómo te involucraste con el reclamo de los Delegados?
Fui delegada entre 1996-98, en ese momento el cuerpo de delegados tenía otra composición ya que la mayoría de los compañeros de entonces eran o afines al consejo directivo de UTA o no querían “sacar los pies del plato” como ellos mismos decían… volví a ser delegada del 2000 al 2002, y a partir de ese año, se invirtió la composición del cuerpo, ahora con mayoría de compañeros anti burocráticos y anti patronales. Desde el año 96 que realizo actividades sindicales, participé de la comision de mujeres y desde hace varios años coordino la comisión de prensa (hoy Secretaría de Prensa). Siempre creí que las decisiones las teníamos que tomar desde la base y que se podía poner límítes a la explotación de la empresa, por suerte acá abajo conocí mucha gente que piensa lo mismo.
¿Creés que podría haberse evitado la fractura con la UTA?
Si no nos hubieran patoteado sistemáticamente desde el 2007, si no hubieran intentado la expulsión del gremio de todo el cuerpo de delegados en 2008, y si las elecciones de delegados que UTA convocó en diciembre de ese año no hubieran sido fraudulentas, es problable que no habríamoss tomado la decisión de irmos en esos días. Pero estos hechos no dependieron de nosotros, al contrario, fuimos víctimas de una manera nefasta de entender y practicar el sindicalismo como un negocio y no como una herramienta al servicio del conjunto de los compañeros. Cuando consideramos que ya no había ni el espacio mínimo para convivir, tomamos la desición de crear nuestro propio sindicato.
¿Qué salidas ves para el conflicto que se sucede por estos días?
Nosotros estamos reclamando y esperando lo que nos corresponde por ley: la simple inscripción de nuestro sindicato. Esto debería haberse dado en forma automática porque la ley lo contempla.
¿Qué repercusión tuvo el libro entre los trabajadores?
El libro se difundió bastante entre mis compañeros y también en otros gremios, universidades, etc… Yo estoy muy contenta con los comentarios que recibo, con personas que me dicen que lo leyeron 4, 5 veces o que se lo pasan a sus hijos o familiares para que lo lean… entonces siento que el objetivo principal que era que mis compañeros se sintieran reflejados en la historia, está cumplido. Además, me invitaron a presentarlo en varias facultades y gremios, en distintas provincias. Por estos días vamos a mandar a imprimir la tercera edición.