Una nueva denuncia se suma al controvertido paso de Ricardo Jaime por la Secretaría de Transporte de la Nación. La Auditoría General de la Nación detectó irregularidades en obras ferroviarias, valuadas en más de $ 1800 millones, realizadas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner entre 2005 y 2008. El informe evalúa obras de reparación de vías, estaciones y material rodante a cargo de Metrovías, Trenes de Buenos Aires (TBA), Ferrovías, Nuevo Central Argentino (NCA) y Ferrocentral.
En lo que hace a Metrovías, operadora del Subte, Premetro y Ferrocarril Urquiza, se investiga la compra de 80 coches Alstom Metrópolis para la línea D y la refacción de 86 coches Siemens, Orenstein & Koppel, fabricados en Alemania en 1934 para la línea C. Esta última obra fue adjudicada también a Alstom e incluso se llegó a conocer un diagrama en donde se mostraba el futuro aspecto que tendrían, muy similar al modelo Metrópolis. Dentro de las refacciones a ejecutar, no sólo se les iba a realizar una modernización estética sino también el recambio integral de sus componenetes electromecánicos originales por equipos cero kilómetro. Los coches Siemens ya habían sufrido una reforma en 1971, ejecutada por la empresa Igarreta, que les otorgó su aspecto actual. Los coches Siemens prestaron servicio en la línea C desde 1934 hasta 2007, cuando la mayoría de ellos fueron retirados de la red para ser remodelados. Unas pocas formaciones fueron transferidas a la flamante línea H, en donde continúan en servicio. La reforma en cuestión no tiene novedades hace más de 3 años, cuando en septiembre de 2006 se informó oportunamente sobre la licitación. Ésta fue la última noticia que se supo de la reforma de los septuagenarios trenes.
Render precario de cómo quedarían los coches Siemens, basado en una foto de la línea D.
La remodelación de los coches alemanes había sido ganada por Alstom con una oferta de $271 millones, pero después de la adjudicación transfirió parte del contrato a la empresa EMEPA. En los predios que posee esta compañía en Chascomús, se encuentran depositadas las carrocerías Siemens a la intemperie sin protección antióxido y con sus bogies ya retirados. Durante sus años en servicio sufrieron de regular a deficiente mantenimiento y falta de inversión. Así, fueron conocidos por los elevados niveles de ruido que generaban en las cerradas curvas de la línea C, las elevadas temperaturas dentro de los coches, y las vibraciones en el andar producto de ruedas gastadas y suspensiones vencidas. La transferencia de estos coches a la línea H generó fuertes controversias debido a las denuncias de SBASE y de los delegados sindicales de que no se encontraban en condiciones de circular.
Coches Siemens cuando circulaban en la línea C.
A través de un comunicado, Metrovías dijo haber “respetado todas las previsiones del contrato de concesión” en la compra de 80 coches Alstom y haber licitado la reparación de los Siemens. En la misma línea, se expresó Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte, quien desentimó el informe de la Auditoría al decir que “de nada le sirve a la administración este informe de hace cinco años y menos les sirve a los diputados y senadores al tratarse de algo de hace cinco años”. Leandro Despouy, presidente de la Auditoría, explicó que el organismo a su cargo evalúa los actos de gobierno una vez que estos se hayan realizado, a la vez que recordó que en 2006 “Transporte permitió que las concesionarias se puedan autoadjudicar las obras pagadas por el Estado a través de sus compañías controladas que se dedican a las reparaciones ferroviarias”. Ello “no garantiza los principios esenciales en materia de contrataciones”, dijo en el informe.