El Presupuesto 2012, enviado al Congreso a mediados de septiembre por el ministro de Economía Amado Boudou, no contemplaría fondos para el proyecto del subte cordobés. Esa denuncia fue formulada por medios impresos y eléctrónicos locales enfatizando la necesidad que tiene la capital mediterránea de contar con un sistema de transporte de estas características.
Según el acuerdo de financiamiento firmado con empresas y bancos chinos a mediados de 2010, el Estado nacional se comprometió a aportar el 15% del costo total de la obra que sería afrontado con recursos propios. El restante 85% sería financiado por el Eximbank.
La vigencia y solidez de este esquema fueron los principales reaseguros ofrecidos por el Estado nacional al Consejo Deliberante cordobés para aprobar el uso del subsuelo capitalino para la obra, a lo que se sumó la promesa de que los trabajos se iniciarían el año próximo. Es por estas razones que en Córdoba sospechan que la promesa de contar con un sistema de subte deberá esperar, al menos, un tiempo más.