En un nuevo capítulo de los grandes anuncios del Estado nacional en lo referido al transporte ferroviario, el Secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, dijo que ya está en marcha el proceso de pago para la fabricación de 45 coches para la línea A a la corporación estatal china CITIC que llegarían al país en el segundo semestre de 2011, informó el diario El Argentino. Este embarque sería luego sucedido por una nueva compra de 40 coches, compatibles todos para funcionar en las líneas A, C, D, E y H. Este contrato de 85 coches forma parte de un acuerdo global por 275 coches para los subterráneos de Buenos Aires. En esta primera etapa, se irían desafectando a los coches La Brugeoise, incorporados al servicio entre 1913 y 1919, que constituyen parte del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta ahora, no hubo ninguna definición oficial respecto a la conservación de estas legendarias unidades, que son los vehículos ferroviarios en servicio comercial más antiguos del mundo y objeto de atracción turística de la Capital al figurar en los recorridos de varias guías internacionales.
La operatoria de compra de coches CITIC para el Subte surgió en 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner y su par oriental, Hu Jintao, rubricaron importantes acuerdos de inversión. En 2008, el ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime intentó concretar la compra. Sin embargo, fue denunciado ante la Justicia por presuntos sobreprecios gracias a una investigación de este medio. En enero de este año, el Estado reflotó la operación y en aquel entonces se dijo que ya había sido firmado el acuerdo por el financiamiento. No obstante, la operación no carece de puntos oscuros ya que aún no se informó el precio definitivo que se pagará por cada coche ni el valor total de la operación. Además, vale recordar que esta compra fue realizada sin mediar licitación pública, hecho que podría desembocar en nuevas denuncias judiciales.
En tanto, Schiavi anunció que se están desarrollando negociaciones con la Comunidad de Madrid para la compra de coches usados, pero supuestamente en excelente estado, para reforzar los servicios de la línea B cuando se inauguren sus dos nuevas estaciones. El material rodante a adquirir habría sido fabricado por la firma japonesa Toshiba y, al igual que con las polémicas adquisiciones de material rodante ibérico para los ferrocarriles, no mediaría licitación pública. En tiempos de Ricardo Jaime, hubo gestiones con el Metro de Madrid para incorporar formaciones CAF serie 5000 que estaban siendo desafectadas del servicio en la capital española. Se envió una dupla a Buenos Aires pintadas con el esquema amarillo de Metrovías y adaptadas al sistema eléctrico y de señales de la línea B, con los que se efectuaron exitosas pruebas fuera del horario de servicio. Estos trenes, con alrededor de treinta años de antigüedad, iban a reforzar el servicio que hoy prestan los coches Mitsubishi de origen japonés comprados en 1995 por Metrovías en cantidad para prestar servicios hasta Federico Lacroze, entonces terminal de la línea B. Con la extensión a Los Incas, no se incorporó material de refuerzo y la línea se encaminó al presente de saturación y escaso mantenimiento que exhibe hoy. Sin embargo, los problemas financieros que se presentaron a partir de 2008 impulsaron al Estado nacional a suspender, y luego a cancelar, la operación con el Metro de Madrid.
El secretario Schiavi dijo también que se cerrará un contrato con la empresa china CSR para la provisión de 24 locomotoras y 160 coches remolcados de pasajeros para el ferrocarril San Martín, que une en su tramo local las estaciones de Retiro y Pilar. Luego, anunció un acuerdo para electrificar los ferrocarriles Belgrano Norte y Sur, ambos de trocha angosta, incluyendo la remodelación de las estaciones y la provisión de 44 formaciones eléctricas.