La ejecución de la cochera de la línea E en el predio de Lacarra y Dellepiane es una obra fundamental para permitir que la línea E llegue a Retiro. Con esta extensión, cuya puesta en servicio es aún incierta, quedará desafectada la actual cochera Bolívar, que quedará transformada en un sitio de paso para los trenes que circulen en dirección a la nueva cabecera de la línea E.
Las obras de extensión de la línea E hasta Retiro, que originalmente eran responsabilidad de la concesionaria Metrovías, están siendo ejecutadas por Benito Roggio por encargo del Estado Nacional. Las faenas comenzaron en 2009 en el bajo porteño y la obra se manejó con un hermetismo absoluto. En agosto pasado enelSubte.com anticipaba en exclusiva el estado de las estaciones Correo Central y Catalinas. En diálogo con este medio fuentes de la obra aseguraron que el 90% de la obra civil y el 70% de la arquitectura de las estaciones se encontraba ya ejecutado.
No obstante estos auspiciosos datos, días más tarde, fuentes del Ministerio del Interior y Transporte aseguraban que la Nación no encararía las licitaciones relativas a vías y señales, señalando que esa parte de la obra correspondía a la Ciudad, ahora a cargo de la red.
En la otra punta de la línea, sin embargo, las cosas parecen marchar por mejor camino. Ya se encuentra en plena construcción la cochera Lacarra, que servirá como estacionamiento, depósito y sitio de reparaciones livianas para los coches de la línea E. La ejecución de la misma está a cargo de Benito Roggio y es construida con fondos de la Nación.
Pese a que las vías no estaban originalmente contempladas para este recinto, en la licitación que la Ciudad lanzó para renovar las vías y aparatos de vía de la línea E en mayo pasado (licitación 150/13), se incluyó expresamente que el pliego abarcaba tanto los rieles entre el paragolpe de la actual cochera Bolívar y Plaza de los Virreyes como la instalación de las mismas en el taller que la Nación se encuentra construyendo.
No obstante, las vías entre el paragolpe Bolívar y Retiro se encuentran en una especie de limbo y por el momento la Ciudad no ha confirmado si se hará cargo de dicha obra.
El taller tendrá dimensiones mucho más reducidas que en el proyecto original de Taller Central.
Detalle de las bases.
Cartel de obra del Ministerio del Interior y Transporte.
El terreno de Lacarra y Dellepiane se encontraba destinado a la construcción de un Taller Central -oficialmente conocido como Taller Central Mariano Acosta (TCMA)- que pudiera atender las necesidades de toda la flota de la red exceptuando la línea B y que permitiera la desafectación del taller Polvorín.
No obstante, en virtud de las demoras y contratiempos que enfrentó el proyecto, el área disponible se vio drásticamente reducida. Primero, una porción del terreno quedó afectada al campo de deportes “La Quemita” del Club Huracán. Luego, otra porción del terreno quedaría afectada a la construcción de una nueva terminal de ómnibus, para descomprimir la actual de Retiro. En el espacio que quedó disponible se instalará ahora la cochera de la línea E.
Fotografías: Quique Sáenz