Ante la mejora de la situación sanitaria y la salida del estado de alarma epidemiológica, se incrementó la capacidad máxima de pasajeros que pueden viajar en las unidades del transporte público. Se trata del primer incremento de capacidad desde noviembre pasado, cuando se comenzó a permitir el transporte de pasajeros de pie.
A su vez, el uso del transporte público dejará de estar limitado únicamente a trabajadores esenciales y estudiantes, cesando la exigencia de poseer el Certificado Único Habilitante de Circulación (CUHC) para viajar, salvo en aquellas jurisdicciones que se encuentren en estado de “alarma epidemiológica y sanitaria”.
La decisión fue oficializada este martes por la resolución 269/2021 del Ministerio de Transporte de la Nación, mediante la que se autoriza a que los colectivos circulen con todos sus asientos completos y hasta 20 pasajeros de pie (hasta ahora sólo se permitían 10 de pie).
En tanto, se permite un incremento en la capacidad máxima en los servicios ferroviarios metropolitanos y regionales, que podrán circular con todos sus asientos completos y hasta cuatro personas por metro cuadrado de pie (hasta ahora sólo se permitía una por metro cuadrado).
La capacidad máxima de pasajeros sentados y diez parados vigente hasta ahora se mantiene únicamente para aquellos “aglomerados, departamentos o partidos” que continúen en alarma epidemiológica.
En línea con estas medidas, y con la mejora de la situación sanitaria en la Ciudad y en el resto del área metropolitana, el gobierno porteño actualizó la capacidad máxima de los coches del Subte, que podrán circular con todos sus asientos completos y con hasta 40 pasajeros parados (hasta ahora eran 15 de pie).
De acuerdo con las autoridades porteñas, continuarán los controles “en las distintas estaciones de la red con el objetivo de cumplir con la nueva capacidad permitida” y se recomienda “que en la medida de lo posible [los usuarios] eviten viajar en horas pico”.
Al mismo tiempo, se mantiene la disposición de que los colectivos y trenes operen con sus ventanillas abiertas a fin de mantener la ventilación cruzada.
Las medidas reflejan el crecimiento en el uso del transporte público que viene registrándose en las últimas semanas -el pasado viernes se registró un 65% de usuarios comparado con un día hábil promedio previo a la pandemia- y blanquean la situación de hecho que venía detectándose en los últimos meses: el aforo de pasajeros parados no se cumplía y los pasajeros viajaban sin permiso de circulación.
