14 diciembre 2024

A cinco años del estallido de la crisis del asbesto en el Subte, ¿cómo marchan los trabajos de retiro del peligroso material?

A cinco años del estallido de la crisis del asbesto en el Subte, la descontaminación de los trenes de la red presenta un buen nivel de avance. De las ocho flotas afectadas, tres fueron retiradas definitivamente, en tanto que ya se han completado los trabajos de desasbestización de otras dos flotas y están próximos a culminar los de una tercera. Otras dos flotas están actualmente en proceso.

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A cinco años del estallido de la crisis del asbesto en el Subte, los trabajos de desasbestización de la flota avanzan a buen ritmo.

De las ocho flotas afectadas por la presencia de componentes con asbesto, tres han sido retiradas de servicio por completo (CAF 5000, Nagoya 250/300/1200 y CAF-GEE). De las restantes cinco, dos ya han sido descontaminadas por completo (Mitsubishi y Fiat Materfer del Premetro) y están próximos a culminar los trabajos de otra (Fiat Materfer), de la que ya han sido desasbestizadas 14 de 15 formaciones.

Primera formación Nagoya desasbestizada, ya en reparación general

Fuentes de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) confirmaron a enelSubte que las dos flotas restantes están en proceso en la actualidad: los CAF 6000, de los cuales ya han sido desasbestizadas seis formaciones de las 14 en existencia –cabe notar, menos de la mitad de los trenes están en servicio en estos días-, y los Nagoya 5000, cuya anunciada reincorporación a la línea C viene demorada. Una de estas formaciones, cuyo proceso de desasbestización ya culminó, está actualmente siendo sometido a revisión general en los talleres de Benito Roggio Ferroindustrial (BRf), recientemente visitados por este medio.

Sin perjuicio de estos avances en la descontaminación de estas cinco flotas, SBASE ya ha comenzado a planificar el retiro de una de ellas. Los Mitsubishi, que son los trenes más antiguos de la red actualmente en servicio y que forman la columna vertebral de las prestaciones de la línea B, serán reemplazados en el mediano plazo por una flota cero kilómetro en el caso de que prospere la anunciada licitación, que aún se encuentra en pasos preliminares.

Línea B: menos de la mitad de los CAF 6000 están en servicio

La crisis del asbesto estalló en febrero de 2018, al conocerse en España que los trenes de la Serie 5000 del Metro de Madrid -parte de los cuales habían sido vendidos al Subte para la línea B- tenían componentes con ese material, potencialmente cancerígeno.

Si bien esa flota fue inmediatamente retirada de circulación, el hallazgo gatilló la realización de análisis sobre el resto de los trenes de la flota, descubriéndose la presencia del material en otras siete flotas de coches.

Cabe recordar que el asbesto se encuentra prohibido en la Argentina desde hace más de 20 años: mediante la resolución 845/2000 del Ministerio de Salud se prohibió la producción, importación, comercialización y uso de asbesto variedad Anfiboles, mientras que la resolución 823/2001 estableció idénticas medidas para las fibras de asbesto variedad Crisotilo a contar desde el 1° de enero de 2003.

No obstante, el asbesto fue encontrado tanto en flotas fabricadas o importadas con anterioridad a la entrada en vigencia de esas resoluciones (Mitsubishi, CAF-GEE, Fiat Materfer, Fiat Materfer del Premetro, Nagoya 250/300/1200), como en otras que fueron compradas de segunda mano e ingresaron al país con posterioridad a la prohibición (CAF 5000, CAF 6000, Nagoya 5000, todos ellos ingresados al país en la primera mitad de la década pasada).

Esta espinosa cuestión está lejos de haber quedado zanjada. En el caso de los CAF 5000, el gobierno porteño admitió en octubre de 2019 que la presencia de componentes con asbesto constaba en la documentación técnica que acompañaba los trenes al momento de su compra, para luego demandar a la empresa española. Se desconoce si esto mismo ocurrió en el caso de los CAF 6000, sobre los cuales la Ciudad negó tajantemente en un primer momento que tuvieran asbesto para luego volver sobre sus pasos y admitir la presencia del peligroso material. A su vez, los Nagoya 5000 se vieron envueltos en un entredicho similar entre SBASE y Marubeni: la empresa japonesa aseguró que advirtió a la Ciudad que los coches tenían componentes con asbesto, aunque documentos revelados por SBASE probarían lo contrario.

Tras negarlo, admiten que los trenes españoles usados de la línea B tienen asbesto

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